La comida siempre se está renovando y hay miles de manera de ingerir los alimentos. Los helados no podían ser la excepción, por eso, desde hace 80 años pueden ser disfrutados de una forma más ligera. Precisamente los Helados Soft son una forma de ingerir un rico postre con menos contenido de grasa.
Creados en el año 1938 por una de las industrias de comida rápida más reconocida en el mundo, sobre todo por sus postres. Aunque en la mayoría de los países es una tendencia relativamente reciente, en comparación con la cantidad de años que tiene en el mercado.
Lo cierto es que tomar estos helados es una experiencia deliciosa que puede ser acompañada con frutas, galletas y diferentes esencias. Otra de sus ventajas es que al juntarlo con otros ingredientes sólidos (como las fresas) o líquidos (como el sirope de chocolate), además de un poco de creatividad, se obtienen unas decoraciones sumamente originales y fáciles de hacer.
Los diferentes sabores que pueden encontrarse del helado Soft atraen al público que conoce sobre la calidad a la hora de degustar. Muy conocido por ejemplo el famoso McFlurry® o Sundae® de McDonalds® Igualmente por su técnica de congelación, distinta a la del resto, se pueden percibir sus diferentes estilos de manera más exquisita.
¿Cómo se hace el helado Soft?
Una de las razones por la que el helado Soft es tan popular es por su bajo contenido en grasas, ideal para los que quieren cuidar un poco más el organismo pero sin dejar de darse gustos. Esto se debe a que este tipo de postre está hecho con aire que es agregado cuando se va congelar a -4º C.
Todo lo mencionado anteriormente repercute en los sabores que se sienten posteriormente. Por ello, se dice que la cantidad de aire adecuada debe variar entre el 33% junto con el 45% para que quede más suave y cremoso.
Todo este proceso se logra gracias a una maquinaria especial para helado soft, herramientas diseñadas exclusivamente para ello, en donde se almacena y al momento de servir se mezcla con el aire. Igualmente con ayuda de la gravedad o también por una bomba, en donde se bate y se mantiene hasta que vaya a ser ingerido finalmente.
Puede sonar bastante complicado pero la verdad es que al degustarlo, ya sea acompañado o solo, es una experiencia completamente diferente a cuando comes otro tipo de helados. Internacionalmente existen sabores que van desde el café, mango, maracuja, vainilla, chocolate, nata, limón y muchos más que hacen a cualquiera caer en la tentación de comerse un helado soft.
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